Cada vez resulta más difícil encontrar una empresa de Mudanzas Economica Barcelona, y mira
que busco y rebusco, pues no hay manera.
Todas me dicen lo mismo, que ahora mismo están desbordadas,
pero precisamente por eso, se aprovechan, por la crisis, la gente deja sus
casas en busca de mejores oportunidades.
No es menos cierto, que ante la perspectiva de una mudanza,
la gente se lo piensa dos veces y acaba mal o bien vendiendo sus cosas con tal
de no tener pagar una empresa de mudanzas.
Mi amigo Juan Antonio, se va a vivir a Buenos Aires, y como
es músico y toca la batería, pues no tiene más remedio, según él, que llevarse
el instrumento, me refiero a la batería, porque “mi batería y yo somos uno”, no
deja de decir cuando todos sus amigos le decimos, que la venda y se compre otra
en Argentina, como si allí no hubiera baterías.
Así que no tuvimos, sí, digo bien, tuvimos, eso quiere decir que tuve que
comerme ese marrón por la jeta que
tiene mi amigo, tuvimos, decía, que ponernos a buscar una empresa de Mudanzas Economica en Barcelona, y
después de mucho buscar y buscar, encontramos la empresa de la Hermanas Guzmán,
y su servicio de Guardamuebles Barcelona.
Siempre había escuchado la palabra guardamuebles, pero no
sabía exactamente lo que quería decir, me imaginaba un tipo frente una pila de
mueble, vigilándolos, luego me enteré que no era eso…
Otro signo de la crisis es precisamente la proliferación de Guardamuebles Barcelona de autoservicio,
son como un edificio-trastero, donde dejas tus cosas durante el tiempo que
necesites, claro que al precio que van algunos, casi merece más la pena meter
un colchón en el cubículo que te asignan y hacer vida allí…
Cuando Juan vio el guardamuebles, y ante la perspectiva de
tener que meterse en una mudanza internacional, decidió hablar con su batería y
hacerle entender que en el guardamuebles iba a estar muy bien, que le dolía más
a él que a ella, pero que muy pronto se iban a reunir.
Y la verdad es que tenía razón, pero me da un poco de rabia
pensar en la tabarra que nos ha dado todos estos años con la maldita batería
como su alma gemela y compruebo con una mezcla de estupor que hoy te quiero más
que a mi vida pero mañana ya veremos.
Qué frágiles somos…